Llega el 21 de noviembre y conmemoramos otro día de la enfermería en Argentina.
Esta vez nos toca celebrarlo de una manera distinta y atípica. Dejamos de lado el acto que siempre nos caracterizó como profesión, con homenajes, recuerdos, menciones y alguna que otra excusa para reencontrarnos como colegas; lo transformamos en un día de reflexión para repensarnos como profesión.
Demás está decir que la pandemia nos marcó a cada enfermera y enfermero de una forma distinta y que a su vez cada uno estuvo atravesado por sentimientos y emociones propias.
Todos, desde el día uno de pandemia, y desde el lugar que ocupábamos en ese momento, sentimos miedo, angustia, cansancio, estrés, incertidumbre, enojos, impotencia y seguramente miles de sentimientos más. Tuvimos que aprender a adaptarnos y dejar cosas básicas y cotidianas como COMPARTIR con nuestros compañeros. De repente no hubo más saludos, abrazos, mates y no hubo más familiares con nuestros pacientes, dejamos de vernos las caras y tuvimos que aprender a interpretar miradas.
Nos envolvieron todos los conceptos y definiciones nuevas. Atravesamos cosas buenas y no tan buenas, pero nunca se perdió nuestro eje que es el cuidado hacia el otro. En esta época no dejamos de hacerlo, pero también aprendimos y nos dimos el tiempo y el lugar para cuidarnos a nosotros mismos como enfermeros.
Un concepto básico que nos dejó esta pandemia en nuestra profesión y que luego, supimos transformarla en un gran VALOR es la ADAPTACIÓN. Nos adaptamos a cada situación que se nos presentó, a cada cosa nueva que surgía, a modificar o adecuar nuestro objeto de cuidado, con errores y aciertos, pero intentando hacer lo mejor y de la mejor manera.
Nuestro eje como profesión es el cuidado hacia el otro, Aprendimos a modificar formas de trabajo, a adecuar y cuidar el recurso, a capacitarnos y capacitar al resto, y a fortalecer el trabajo en equipo.
De pronto no solo estábamos trabajando solo en el interior del hospital o en los caps, sino que empezaron a surgir servicios y dispositivos nuevos para dar respuestas a la comunidad. Nos vimos trabajando en hoteles, dispositivos de salud mental, geriátricos, etc. Y cada uno desde su lugar, con poca o mucha experiencia, aportó siempre lo mejor.
Sin lugar a dudas cuando esto “termine” nos dejará enseñanzas, aprendizajes, visiones distintas, cosas para replantearnos, pero también recordaremos momentos de risa, cosas en las que innovamos, y muchas anécdotas que quedaran en cada uno de los servicios de nuestro hospital.
Hoy lo celebramos en un contexto distinto y en una situación particular, atravesados por un momento de reclamos y por una demanda al día de hoy que nos encuentra agotados física y emocionalmente, pero a la cual intentamos seguir dando la respuesta que necesita los pacientes y la comunidad.
Gracias a todos y cada uno de los enfermeros, enfermeras y camilleros que pertenecen a este dpto. por la predisposición, el compromiso y la tolerancia que tuvieron durante este año.
Gracias y feliz día de la Enfermería!
Mirian González – Jefa Departamento de Enfermería Hospital Zonal Bariloche «Dr. Ramón Carrillo»-